AL COMPÁS IMPLACABLE DEL TIEMPO

Una ráfaga de instante y las manecillas pisan acelerador. Marcan implacables el compás del tiempo. A veces embaucan al suspiro. Otras empujan al devenir de su ritmo. Un dejarse llevar que define sigiloso y discreto los pasos superfluos de la vida; aunque ella se aferre delirante a mantener su utopía.

Una ráfaga de instante y las manecillas pellizcan hasta el vacío más vacuo del espacio. Señalan impetuosas exigiendo respuestas y en sazón de la corriente, las sentencias que obtienen son apelaciones en cubierta y encubiertas.

Una ráfaga de instante y las manecillas dictan el Destino que ya advertían las señales. La fantasía se confabula con la nostalgia en un abrazo eterno. Solo queda evocar aquel momento en que las miradas se cruzaron por primera vez.

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