En esta mañana lluviosa de julio, me fumo un cigarro en la repisa de mi ventana mientras dibujo la vida al óleo.
Y te pienso.
Tú tan rápido, yo tan deprisa,
que el cigarro se consume.
Como mi vida.
Y te pienso.
En el paso del tiempo.
Dos mujeres me hablan,
me dicen,
me cuentan
que no hay boceto que sirva para nada sin ti.